Manejar no es sólo subirse a un auto y guiarlo por donde uno quiere ir. También hay que fijarse en algunos elementos fundamentales, como los neumáticos, que por si no se había dado cuenta, son los únicos puntos de contacto con el suelo, por lo que de ellos depende buena parte de la seguridad de un auto: su estabilidad, su habilidad para detenerse y su agarre en condiciones de lluvia o barro, dependen del buen estado de la superficie de rodadura de los neumáticos.
Por eso les dejo unos consejos para mantenerlos adecuadamente y mantener una conducción segura. Y para no meter la pata, la gente de Michelin me ha aportado con muchos datos.
-¿Cómo saber si están desgastados?
Los cauchos o neumáticos siempre tienen algún tipo de marca que aparece cuando el nivel de desgaste llega a un punto crítico. Los neumáticos Michelin, por ejemplo, llevan unos Bibendum (el típico personaje gordito de la marca) situados en el hombro que indican el emplazamiento de los testigos de desgaste situados en las ranuras principales del dibujo. Estos testigos son pequeños resaltes en el fondo de los surcos o de las esculturas. Si la altura de goma llega al nivel del resalte (límite legal 1,6 mm), significa que hay que cambiar los neumáticos.
Pero ojo, que no es buena idea dejar que los neumáticos se desgasten hasta ese punto cuando se espera circular por superficies resbaladizas, como la nieve. Ahí, la profundidad del surco debe ser igual o mayor que 3,5 mm.
-Si sólo puedo cambiar dos cauchos ¿los usados se ponen adelante o atrás?
Los neumáticos usados tienen que ponerse adelante. Tanto si su vehículo es de tracción delantera o trasera, es recomendable que los monte nuevos en el tren trasero, para mayor seguridad.
Numerosas pruebas han demostrado que generalmente es más fácil controlar el tren delantero que el trasero. Si los neumáticos delanteros derrapan, el conductor pierde durante un momento el control de la dirección del vehículo. El reflejo natural para corregir esta situación, es soltar el acelerador y girar el volante en el sentido de la curva. Este reflejo puede permitir recuperar elA la inversa, si la pérdida de adherencia se produce en las ruedas traseras, cuesta mucho más restablecer la trayectoria, porque el vehículo hace un trompo. La actitud del conductor para recuperar el control consiste en acelerar y girar el volante a contra-sentido de la curva.
Por eso los fabricantes de neumáticos aconsejan que limite los riesgos montando los neumáticos nuevos o menos usados atrás para obtener mejor adherencia en curva, buena estabilidad en la frenada y mayor seguridad.
¿Cómo hacerlos durar?
Verifique la presión de inflado de los neumáticos una vez al mes, en particular antes de realizar un trayecto a gran velocidad. La presión adecuada es un factor de seguridad y de duración. Esta verificación hay que hacerla “en frío” (es decir sin haber rodado más de 3 km). Siga las recomendaciones de los constructores y no olvide la rueda de repuesto.
Cada vez que cambie el neumático, cambie la válvula, ya que se va deteriorando por causa de la inercia durante el giro de la rueda. Esto garantiza la estanqueidad y contribuye a la duración de los neumáticos.
El balanceo es necesario para suprimir las vibraciones. Así se evitan desgastes prematuros de los órganos de suspensión, dirección, rodamiento y neumáticos.
Verifique la alineación del tren delantero, así como la geometría del vehículo. Así evitará todo desgaste irregular y anormalmente rápido de sus neumáticos.
-¿Qué otros cuidados hay que darle?
Además de mantener las presiones correctas, también es importante examinar el desgaste sufrido por la banda de rodamiento. El desgaste anormal indica que existe un defecto mecánico en el vehículo, mala alineación, holguras en los mecanismos de dirección, puntos duros en los tambores de los frenos, entre otros. En estos casos, deben examinarse las partes mecánicas del auto y rectificar lo que esté fallando.
El aceite, combustible o pintura pueden ejercer un efecto dañino sobre los compuestos del caucho de la banda de rodamiento, reduciendo los canales del dibujo y afectando su poder de agarre. Hay que retirarlos inmediatamente, usando detergente y agua.
Todos los neumáticos se desgastan con mayor rapidez cuando se los somete a altas velocidades, fuertes esfuerzos laterales, aceleraciones rápidas y una frecuente circulación por carreteras que se encuentran en malas condiciones. Caminos con hoyos, piedras y objetos cortopunzantes pueden dañar los neumáticos.
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